El suelo pélvico es una de las zonas más olvidadas y castigadas del cuerpo en la vida actual. El sedentarismo, el estrés sostenido, la desconexión corporal y la exigencia constante hacen que muchas mujeres vivan “deshabitadas” de su propio cuerpo, sosteniéndose desde la tensión más que desde la presencia. La pelvis, que es centro de estabilidad, placer, creación y regulación, queda relegada… hasta que empieza a manifestar dolor, bloqueo, disfunciones sexuales, incontinencias o sensación de desconexión profunda.
La salud pélvica no se recupera únicamente con ejercicios mecánicos. Necesita un enfoque integrador que tenga en cuenta el cuerpo físico, el sistema nervioso, las emociones y la conciencia. Integrar técnicas de bienestar espiritual en el cuidado del suelo pélvico es volver a lo esencial: movimiento, alimentación, descanso y meditación, vividos desde la escucha y la conexión interna.
La pelvis necesita moverse para estar sana. No desde la exigencia ni el “hacer bien”, sino desde un movimiento consciente que devuelva movilidad, tono, sensibilidad y confianza. El movimiento pélvico suave, presente y respetuoso permite liberar tensiones acumuladas, mejorar la circulación y restablecer la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Cuando el cuerpo vuelve a sentirse seguro, la pelvis deja de protegerse desde la rigidez.
En mis sesiones individuales y en el programa Pelvis, Fortaleza y Libertad, el movimiento se utiliza como una vía de autoconocimiento y transformación, no solo como una herramienta física. Aprender a habitar la pelvis cambia la relación con el cuerpo y con una misma.
El estado del suelo pélvico está profundamente relacionado con cómo vivimos y cómo nos cuidamos. Una alimentación que inflama, un ritmo acelerado y la falta de descanso mantienen al sistema nervioso en alerta, dificultando la recuperación y la relajación profunda de la pelvis. Comer de forma consciente y respetuosa, y permitir espacios reales de descanso, es parte esencial del proceso terapéutico.
El cuerpo no se repara en la exigencia, sino en la seguridad. Cuando el sistema nervioso puede bajar revoluciones, la pelvis empieza a soltar lo que ha estado sosteniendo durante años.
La meditación aplicada a la salud pélvica no es una técnica mental, sino una práctica de presencia. Meditar desde la pelvis es aprender a escuchar el cuerpo desde dentro, a sentir sin juicio y a recuperar una conexión íntima con el centro de poder creador. Esta escucha profunda regula el sistema nervioso, libera memorias corporales y favorece una vivencia más libre de la sexualidad y del propio cuerpo.
En el programa grupal Fuerte y Vibrante, así como en mis acompañamientos individuales, la meditación se integra como una herramienta viva de regulación, claridad y reconexión con la inteligencia física que habita en cada persona.
Cada cuerpo tiene su historia y su ritmo. Por eso, el trabajo con la salud pélvica requiere un acompañamiento respetuoso, profundo y personalizado. A través de sesiones 1 a 1, programas grupales y procesos de varios meses, acompaño a mujeres a recordar y recuperar su poder, integrando cuerpo, sistema nervioso y conciencia para transformar su relación con la pelvis y con su vida.
Si sientes que tu cuerpo te está hablando —o gritando—, quizá ha llegado el momento de escucharlo. Puedes conocer más sobre mis sesiones individuales, el programa Fuerte y Vibrante o el proceso Pelvis, Fortaleza y Libertad, y encontrar el formato que mejor encaje contigo.
El Método Holístico de Autoconsciencia de Rebeca Mateo ha sido increíble. Sufría de problemas en el suelo pélvico y gracias a su técnica siento una gran mejoría. Rebeca es una excelente psicóloga que entiende perfectamente cada necesidad y brinda un apoyo invaluable. ¡Recomendada totalmente!
Mi experiencia con Rebeca Mateo ha sido transformadora. Su método holístico me ha ayudado a entender y mejorar mi salud física y emocional. Recomiendo sus servicios especialmente a mujeres que buscan una solución integral a problemas del suelo pélvico.
Gracias al Método Holístico de Autoconsciencia con Rebeca Mateo, he logrado mejorar mi disfunción de suelo pélvico. Su enfoque y dedicación me dieron herramientas prácticas para aliviar el dolor y recuperar mi calidad de vida. Recomendada como psicóloga holística para mujeres buscando bienestar integral.
Especialista en salud femenina y disfunciones del suelo pélvico. Metodo holístico.